Está demostrado que practicar ejercicio físico de forma regular contribuye a mantener una buena salud y a prevenir enfermedades.
Por todo ello, el post de esta semana nos gustaría destinarlo a hablar del deporte y las múltiples ventajas que tiene hacer ejercicio físico.
Cuando hablamos de “hacer deporte” no nos referimos a ir un día al gimnasio o una tarde salir a andar o a correr. El ejercicio físico debe hacerse de forma regular para que realmente sea beneficiosa en la prevención, desarrollo y rehabilitación de la salud, a la vez que ayuda al carácter, la disciplina y a la toma de decisiones en la vida cotidiana.
Por tanto, el ejercicio físico, ya sea de corta o larga duración, contribuye a establecer un bienestar físico, pero también un bienestar mental, mejorando la autonomía de la persona, la memoria..., reduciendo el estrés y la ansiedad y haciéndonos sentir “más vivos”.
Ojo: todas las actividades encaminadas a mejorar la forma física (por ejemplo, tras un período largo de inactividad), deben realizarse de manera progresiva. Por supuesto, antes de realizar un ejercicio físico, deberás contar con el material deportivo necesario para prevenir lesiones.
Una vez aclaro, esto, me gustaría detenerme con más detalle en los beneficios biológicos y psicológicos que el deporte tiene para la salud.
Beneficios biológicos
Lo primero y fundamental es que el deporte actúa como elemento preventivo para reducir las probabilidades de padecer una enfermedad, así como reduce el riesgo de padecer accidentes vasculares en el cerebro.
Practicar deporte también ayuda a prevenir enfermedades musculares y óseas. La reducción de la glucosa en sangre también es cosa del ejercicio, por lo que es un buen elemento previsor de la diabetes tipo 2.
El deporte también mejora la capacidad pulmonar y reduce la posibilidad de tener problemas de demencia o de deterioro cognitivo
Por si te parece poco, el deporte ayuda a que la actividad intestinal se normalice. Permite controlar el apetito y también a mantener un estado saludable.
A parte, de aportarnos beneficios físicos, hay otros efectos positivos que podemos conseguir con la práctica de actividad física regular, como son los beneficios psicológicos.
Beneficios psicológicos
Durante las últimas décadas, los investigadores han ido descubriendo cómo practicar ejercicio puede mejorar nuestras funciones cognitivas.
Esforzarse físicamente puede parecer duro pero, ¡merece la pena! El ejercicio favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias químicas que producen sensación de felicidad y euforia. Además, es una forma de desconectar del trabajo y la rutina, reduciendo consecuentemente el estrés.
Verte mejor físicamente te hará sentir bien; por tanto, mejorará también tu autoestima.
A medida que la percepción de ti mismo y tu salud emocional mejoran, mejora tu autoconfianza y con ello tus relaciones sociales también pueden mejorar.
Los neurotransmisores liberados durante y después de practicar ejercicio pueden ayudar a la gente que sufre ansiedad a calmarse. Por si fuera poco, la práctica de deporte reduce el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas como el Alzheimer, especialmente a partir de los 45 años.
Practicar ejercicio regularmente aumenta tu capacidad cerebral y mejora tu memoria y la habilidad de aprender cosas nuevas, te ayuda a ser más productivo, a reiniciar el reloj biológico y ayuda a conciliar el sueño.
Como ves, hacer deporte, siempre y cuando se haga de manera moderada y tomando en cuenta nuestras propias limitaciones, te ayuda a mejorar tu calidad de vida.
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